Creo que todos conocemos a la típica persona que nunca se le atora nada. Esa
persona que sin importar la situación por la que esté pasando, siempre encuentra
la manera de salir adelante, siempre encuentra una solución. Esa persona que no
se queda jamás estancada en donde está; que tiene empuje, impulso e iniciativa
siempre y que se hace constantemente responsable de lo que pasa en su vida, y
de las decisiones que toma (y las consecuencias que éstas conllevan).
Para mí esas son personas proactivas, y una de sus características es que
su mente es abierta y muy ágil para cambiar y reaccionar ante las situaciones
que se presenten. La proactividad es una de las características que siempre
intento impulsar en una persona. Se que cada persona tiene algunas habilidades
mas desarrolladas que otras, pero dentro de lo posible, creo que ésta por sobre
muchas otras, tiene implicaciones muy positivas al desarrollarla y aplicarla.
Cuando eres proactivo, no eres reactivo ante las circunstancias, y encuentras
la manera, el tiempo y las ganas. Cuando eres proactivo no te derrumbas fácilmente,
y desarrollas otras habilidades que van a la par, como la resiliencia, la
perseverancia, la disciplina, la automotivación, la responsabilidad…
Cuando eres proactivo, no esperas a que otros te digan que hacer, ni
esperas la aprobación de otros para tomar una decisión. No esperas que la vida
te empuje, sino que tu empujas para generar resultados. Cuando eres proactivo,
eres de los que hacen, no de los que planean e imaginan. Eres de los que buscan
soluciones creativas y no se conforman con lo típico o con “lo que ya funciona”.
La proactividad es una de las habilidades que considero más importantes
para para innovar, para salir de la zona de confort, para lograr lo que te propones
y sobre todo, para dejar el victimismo y empezar a hacerte responsable de tu
vida.
¿Y cómo saber qué tan proactivo eres?
Te dejo un test que diseñé, como parte de un curso que estoy grabando y que
aún no sale, por lo que es material que tendrás por adelantado. Ojalá te sirva
para ver en donde te encuentras parado, y sobre todo, qué puedes hacer para
potencializar tu proactividad y empuje.
Contesta las
siguientes preguntas, 1 siendo poco o el puntaje más bajo, y 5 siendo mucho o
el más puntaje más alto:
- ¿Conoces tus
fortalezas, debilidades, áreas de oportunidad y aquellas actividades que te
salen naturalmente?
- ¿Tomas tus propias
decisiones o esperas a consultarlas con alguien, o en el trabajo a que tu jefe
las apruebe?
- ¿Te emociona y te gusta tomar riesgos o
prefieres quedarte con lo asegurado y conocido?
- ¿Te mueves con seguridad hacia las metas
que te propones y cumpliendo las decisiones que tomas?
- ¿Te motiva crear nuevas posibilidades y
escenarios, o prefieres quedarte cómodo con lo que tienes y lo que ya conoces,
porque ya está probado que así te funciona?
- ¿Te gusta tomar decisiones y siguientes pasos
o prefieres que alguien más lo haga?
- ¿Eres previsor ante las situaciones o
siempre te agarran por sorpresa?
- ¿Reaccionas y das respuesta ante
situaciones inesperadas o prefieres que alguien más reaccione y tome
iniciativa?
- ¿Te gusta que otros armen los planes, rutas
y caminos a seguir, o te gusta planearlos a ti?
- ¿Te adaptas fácilmente a los cambios,
personas o situaciones inesperadas?
- ¿Te pones objetivos y metas retadoras, que
te incomoden un poco, o prefieres poco a poco para no tener que esptirar
demasiado?
- ¿Eres abierto a nuevas perspectivas y
formas de hacer y ver las cosas? ¿O te gusta defender tu perspectiva a morir?
- ¿Te gusta probar nuevas cosas, medios, remedios,
alternativas y propustas? ¿O te quedas con lo que ya sabes y has probado?
- Evitas usar expresiones que te deslindas de
responsabilidad: “No tengo tiempo”, “no sé cómo”, “no sabía”, “no me dijeron”,
“no me lo mandaron”…
- Nunca se te atora nada, siempre encuentras
un camino donde parecía que no lo había.
Suma el total de los puntos que obtuviste.
- Entre 15 y 30: Tu nivel de proactividad y empuje es bajo.
- Entre 31 y 45: Tu nivel de proactividad y empuje es medio.
- Entre 46 y 75: Tu nivel de proactividad y empuje es alto.
Si el
resultado no salió tan alto, no te preocupes. Acuérdate de que esto tiene también
como objetivo generar conciencia de cómo actuas y donde puedes mejorar.
Algunas
recomendaciones para elevar tu nivel de proactividad:
- Adéntrate un poco en ti. Conócete más, date cuenta de las
cosas para las que eres bueno, las que no tanto, las que te fallan, tus áreas
de oportunidad, cómo reaccionas ante ciertas situaciones, cómo te sientes con
el cambio, etc…
- Empieza a tomar más decisiones. No esperes aprobación (si
no la necesitas), ni consultes todo. Simplemente decide o toma la iniciativa.
Puedes empezar por algún plan, o en una conversación, no esperar a que te pregunten
sino actuar o hablar. Cuando empieces a tomar decisiones, no dudes de ellas, ya
están tomadas.
- Aviéntate a correr más riesgos. A veces la incertidumbre
es buena, nos permite fluir y soltar el control.
- Usa la expresión “¿Qué pasaría si…?” y plantea distintas
soluciones y escenarios. No uses siempre los mismos caminos y soluciones.
- Se más previsor para que no todo te agarre por sorpresa y
no seas tan reactivo cuando una situación sea imprevista.
- Empieza a proponer planes tú, no esperes a que el otro
proponga.
- Trata de tener más flexibilidad ante cosas inesperadas.
Muchas veces no salen como queremos pero tenemos la opción de soltarlo y
aceptarlo.
- Cuando te impongas metas u objetivos, pregúntate si te
hacen sentir incómodo. La incomodidad nos saca de nuestra zona de confort.
- Usa lo menos posible expresiones como: “no tengo tiempo”,
“no puedo”, no sé cómo”… y empieza a encontrar las maneras.
Cuéntame, ¿qué puntaje obtuviste y qué acciones vas a emprender para desarrollar más esta habilidad?